El peronismo es el nombre que se da a sí mismo el personal gubernamental que pacta con estos dispositivos de poder en los que se distribuye la clase dominante. Es una entidad nominal que agrupa y legitima un acuerdo prebendario que asegura la continuidad de una misma hegemonía. La Corte Suprema, el Poder Legislativo, los jueces, los educadores, los que están a cargo de funciones de autoridad y de aplicación de las leyes son un decorado de terracota. Nuestras instituciones habitan palacios de estuco. Por eso cuando alguien dice: “Ok, estoy de acuerdo en que este gobierno miente, patotea y roba, pero algunas cosas las hace bien. ¿O no? Pero además, ¿qué otra alternativa hay, me podés decir?”. La respuesta que todos damos es bien conocida: “No, la verdad que no se me ocurre, tenés razón, no hay ninguna”
Artículo completo de Tomas Abraham en Perfil
16 comentarios:
Buena nota de la realidad de nuestro riachuelo político(que huele y contamina más
que el conocido rio boquense).
No hay otra que seguir tu declaración de irracionalidad
(Igual soy irracionalmente optimista
hace 5 horas vía TweetDeck)
para prepararnos a sobrevivir la decadencia extrema que se avecina.
Yo sigo creyendo que la mayoria tiene lo que se merece. Pero la minoria que no se lo merece no tiene por que sentirse incluida. Argentina nunca se terminó de civilizar, Argentina "somos todos" solamente en teoría, pero sin drama digo que si el individuo promedio fuera yo el país andaría mucho mejor. Y alternativas se me ocurren, sin duda, pero estamos en un sistema feudal de poderes del cual no se sale si la mayoría no quiere, y no quiere.
El trafico de votos por prebendas es la estructura fundamental del pais, mientras eso no cambie...
Yo creo que el pesimismo de Abraham pasa sobre todo porque es socialista y le repugnan las ideas de crecimiento impulsado por privados libres. Y aca las visiones centralistas fracasan una y otra vez por la corrupción bestial que tenemos. Él no le ve esperanza a SU proyecto.
¿Y esta?
http://www.lanacion.com.ar/1364459-el-kirchnerista-desganado
Es la esencia de todos los problemas.
Yo le agregaría la enumeración de los dispositivos de poder del párrafo anterior, y ese texto lo haría esculpir en un monolito gigante estilo Stonehenge alrededor de la Pirámide de Mayo.
Oiga, Mensajero: si ud. usara su cuenta de twitter, esta conversación ya la hubiéramos tenido.
Es verdad compañero Chori, gente que genera bosta, se alimenta de bosta y vuelve a vomitar bosta para revolcarse en ese caldo inmundo del resentimiento inconducente. Como decíamos ayer, uno siempre espera que en algún momento se corte el círculo vicioso, soy irracionalmente optimista.
Max: cierto. Lo que pasa es que en Arg. ganó el fascismo hace rato. Hay que empezar de nuevo.
Max II: tomas abraham es como un post-posmoderno, liberal-soacialista, no? como un liberal vergonzante, me interesa su punto de vista.
Mensajero: muy buen artículo, como dice Almafuerte ayer lo comentábamos. Me gusta Fernández Díaz aunque el artículo es un poco resignado.
Almafuerte: buena idea esa de grabar los nombres pero Igual, no va a resultar, la capa de titanio teflonado que tienen es indestructible.
Si, a mi tambien me interesa Abraham, pero me molesta que a veces de muchas vueltas para no tener que reconocer que la administracion centralizada esta en fracaso permanente y necesitamos de indivualismos proactivos. Es como un socialista desbordado por la realidad.
Tal cual, siempre la realidad termina acomodando las cosas y parece que muchos de estos pensadores terminan volviéndose mas liberales a medida que maduran. Otros lamentablemente se radicalizan en sus posturas, claro, desde una cómoda oficina preferentemente NY o Paris.
Abrí el Twitter, el facebook y nunca los utilicé.
De La Nación es el más elegante; finísimo analista político, tanto, que apenas escribe sobre política.
Coincido con la apreciación. El problema para el antiperonismo es quedar atrapado en el fárrago de las designaciones. En verdad, ya muchos, muchísimos antiperonistas se dieron cuenta y, para participar de la fiesta, dicen que son peronistas, luego proclaman su peronismo, y terminan con la garganta inflamada de marchita. Ya lo anticipó el colorado Ramos en 1994. El peronismo se murió. Lo que queda ahora es una cobertura que fue permeada y copada por una caterva de advenedizos de clase media y estudios universitarios, de procedencia manifiestamente antiperonista, que han descubierto este nicho de negocios, en donde la picardía y la caradurez son más prácticas que la idoneidad, el talento, la imaginación o el carácter. Ya en ese entonces ejemplificaba como exponentes de esa caterva, que en realidad no creen en nada ni en nadie, y sólo apuestan el progreso personal a través de las maquinaciones e intrigas cortesanas, a Constanzo, a Manzano y a Kirchner... Sí, cuando nadie casi lo conocía, el viejo Ramos ya le había sacado la ficha. En el dispositivo gubernamental vemos sucederse de estos muchachos a rolete: Boudou, Massa, Bossio, provenientes de la Ucedé; Heller, Sabbatella, Ibarra, Filmus, de la Federación Juvenil Comunista (la Fede)... el PC fue el partido más acérrimamente antiperonista de todos en la historia, pero ahora promueve públicamente (véase su página) la candidatura de la "compañera" Cristina. Rossi, Álvarez, Sigal y tantos pero tantísimos otros, del Frepaso, ensayo progresista con aspiraciones de tercera fuerza histórica, superadora y enterradora del peronismo en los '90. ¡Y cuántos radicales se han colado en el dispositivo también! Y la muchachada de los servicios, siempre pendulando siniestra en las regiones más oscuras: Verbitsky, Garré et.al. El Chino Zanini, del ERP... En fin, mejor no sigo, porque es engorroso nombrarlos a todos. La misma Cristina, de familia radical, y furibunda antiperonista, al punto de que se negó a visitar el "santuario" de San Vicente, arguyendo que ni en pedo iba a ir a ver la tumba de "ese hijo de puta".
O los oportunistas que no creen ni en la madre, que son los más, los auténticos vividores que llenan el dispositivo, todos bajo el paraguas de este PRI vernáculo. Los Aníbales, los Albertos, los Danieles, los cientos de intendentes, una gran cantidad de gobernadores...
En fin, queda claro que cualquier opción de poder en la Argentina (y el resto es cháchara y platónicas aspiraciones) pasa por algún espacio que, antes de empezar a hablar, se diga peronista, se invoque peronista, y después haga lo que le venga en gana, que después de todo la franquicia da para un crudo tanto como para un cocido.
Mis cordiales saludos.
Acabo de leer el artículo de Fernández Díaz, y creo que coincide con mi enfoque resumido en el comentario anterior. Por eso el tema se va a poner medianamente interesante si en la lista de opciones se cuela alguna que sea peronista. Eso es lo que hay que empezar a entender.
Ah, y también hay que tratar de ver el panorama desde la mayor altura posible, salir de la coyuntura cotidiana y anecdótica. Desde una altura (y una distancia) así, no sólo se puede cuestionar profundamente esta adormidera que fomenta el letargo de la resignación, sino también generar algo más o menos interesante, algo que sea digno del prestigio que los argentinos alguna vez supimos tener. Porque ojo, hacernos avergonzar de nosotros mismos, y de quienes nos precedieron, también es parte de la insidia venenosa que nos controla con el verso de la renovación, del terrible pasado, y de lo naturales y espontáneos que son los males que padecemos...
Occam: disculpame por la demora en responder. Tu comentario es realmente contundente y riguroso, un lujo para el bloc.
Saludos
Occam: en general me gustan los artículos de Fernández Díaz. Es cierto lo que decís, eso de (tratar de) ver las cosas en perspectiva y en su contexto, siempre lo intento. Siempre que tenga algún rigor histórico mas alla de la siempre sesgada y tendenciosa "memoria" tan de moda en estos años.
Excelente artículo que describe lo que muchos pensamos. Me reí mucho con el artículo de Mensajero, es más o menos lo que me pasa fin de semana por medio, cuando nos reunimos en familia. El final es muy argentino, todos discutiendo, diciendo exactamente lo mismo con diferentes palabras, muchos olvidando y mezclando la historia, y los chicos retirándose a mirar la tele para no escuchar más discusiones que ya, poco aportan.
No sabía pasabas de vez en cuando por ese lugar escondido, me mudé hace un tiempo.. pero shhh.. no digas nada. Un saludo.
Brynhild: si, claro que pasaba.
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