12/4/11

Oscura resignación (que no comparto)

El peronismo es el nombre que se da a sí mismo el personal gubernamental que pacta con estos dispositivos de poder en los que se distribuye la clase dominante. Es una entidad nominal que agrupa y legitima un acuerdo prebendario que asegura la continuidad de una misma hegemonía. La Corte Suprema, el Poder Legislativo, los jueces, los educadores, los que están a cargo de funciones de autoridad y de aplicación de las leyes son un decorado de terracota. Nuestras instituciones habitan palacios de estuco. Por eso cuando alguien dice: “Ok, estoy de acuerdo en que este gobierno miente, patotea y roba, pero algunas cosas las hace bien. ¿O no? Pero además, ¿qué otra alternativa hay, me podés decir?”. La respuesta que todos damos es bien conocida: “No, la verdad que no se me ocurre, tenés razón, no hay ninguna”


Artículo completo de Tomas Abraham en Perfil