27/9/11

No tiene como equivocarse

9 comentarios:

Gabriela dijo...

la ruta del desierto???

Anónimo dijo...

La sacste vos? Iphone?

Almafuerte dijo...

Es la única forma de apreciar esas curvas de 200 m de radio que aparecen cada tanto y te cortan la monotonía.
La cosa es que cuando parece muy fácil ponés piloto automático mental y de confiado te quedás dormido.

GABU dijo...

En teoria no,pero ya sabemos que existen las banquinas para confirmarnos una mala maniobra...

P.D.:Más que preciosa tu fotín!! =)

BESOS RUTEROS

Victor dijo...

Gabriela: cooooooorrecto. Que ojo, eh! Es una de mis rutas preferidas.

Max: no, con la Lumix ZS7 ... el iPh pela unas fotos increíbles (como la de abajo) Lo notable del iPh 4 es el video en HD que hace. Impecable, considerando que es un teléfono. Otra cosa surrealista es hacer una video conf Skype sobre 3G desde el cerro, ciencia ficción, mejor que desde banda ancha urbana.

Almafuerte: hay una sola curva en casi 300km, lindo para dormirse. A mi me gusta manejar, tengo millones de km en traste, pero ese viaje me exige un poco. Lo hago chocho porque me encanta ese camino: la Pampa, la meseta llegando al Valle, el Chocón, Piedra del Águila, Confluencia Traful, etc.

Hola Gabu: me reservo la foto para la tapa de mi próximo disco. No es muy original, no? bss

Occam dijo...

Cierto, aunque, si agarramos la ruta por la mitad, viniendo desde otra que se le cruza, puede darse la situación de no saber para qué lado seguir.

También esas dudas le acometen a uno, en nuestras desérticas distancias, cuando pasan los kilómetros, pasan las horas y ni un rastro del lugar que esperábamos encontrar.

Un cordial saludo (le dejé un mail en la casilla del blog).

Victor dijo...

Cierto estimado Occam, la única duda es si hay que ir a este o al oeste. Eso de venir manejando, abstraído en quien sabe que y no tener idea de donde estoy, me pasa seguido pero siempre en caminos rutinarios. Me pasa por ahí que pierdo la sensación del paso del tiempo (estoy muy mal Dr?)

Occam dijo...

No hay nada más liberador que liberarse del tiempo, esa tremenda ficción con que apuntalamos nuestra cruz.

Un cordial saludo.

Victor dijo...

Muy cierto estimado.
saludos