Con este régimen siniestro aprendimos que la verdad no es la realidad, y todavía mas: si no existiera la realidad ¿para que necesitamos la verdad? Las cosas malas que ocurren son solamente sensaciones, o culpa del Consenso de Washington, por ejemplo. “No hay que hacerle el juego a la derecha” dicen. Ok. Aprendimos que se puede presentar cualquier cosa como cierta sin la necesidad de tener correspondencia con los hechos. Vale todo para una desestructuración de la personalidad colectiva. El relato se manipula tan fácilmente como el INDEC. Propaganda por todos lados. Un aluvión de anuncios y nuevos conflictos -prácticamente a diario- contribuyen con el estrés, confusión e incredulidad general.
Patrañas como asegurar que Néstor, Scioli y los intendentes eventualmente van a asumir como diputados en caso de ganar ya no deberían sorprendernos. Pasamos de tener candidatos con promesas falsas a tener directamente candidatos falsos. La disociación política perfecta. No es culpa de ellos, es nuestra, somos unos imbéciles y lo tenemos merecido.
2 comentarios:
Aaay Victor,nunca estuve tan de acuerdo con vos. Duele...pero es cierto.
Lo que están planeando hacer con las candidaturas roza a lo delictivo. Es vergonzoso.
Saludos
Lo de la desestructuración de la personalidad colectiva es tal cual! Lo decía Trotzky, "conmover el sentido común", mover el piso haciendo que nadie crea en nada, profanando las instituciones más elementales del entendimiento y la confianza común.
Estos grasas lo hacen para revolver el río y enelmismolodo todosempomá.
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