19/11/07

LantataPM

Cada vez que puedo trato de escuchar el programa de Jorge Lanata en la 1030AM a las 5 a 8 de la tarde. Generalmente es un buen programa, divertido, con excelente información y una producción de acuerdo a los antecedentes del “Gordo que fuma”. Por supuesto que la mayoría de las veces no pueden evitar encarar los temas de las manera mas trillada y fastidiosa del típico "bienpensante urbano argentino". Particularmente si la nota viene del lado de Sietecase, en menor media de los otros y Romina Manguel en el extremo opuesto, con su vocecita de Princesa Sukimuki dice generalmente lo que nadie se anima a decir con una integridad, objetividad y solvencia pasmosa. Lanata eventualmente le da un berrinche adolescente “progre” pero enseguida vuelve. Y está espléndido. Es uno de los dos o tres periodistas del medio que puede hacer y decir lo quiere, y lo aprovecha muy bien. Por ejemplo el viernes pasado trataron crudamente el tema de la papelera Botnia con datos, con gente que conoce profundamente el tema y con bastante sentido común. Invitaron a Paula Brufman, representante de Greenpeace, Carlos Reboratti, secretario de Investigación de la Universidad General Sarmiento y a Gustavo Braier, coordinador de ONG Ambiente y Desarrollo. Hablaron durante mas de una hora sin gritarse, sin insultos y sin descalificación del interlocutor. Leyeron y respondieron muchísimo mensajes y dijeron cosas como las siguientes: Brufman: “Los únicos que se dan cuenta que está Botnia, son los que viven enfrente. (...) Hay una sobreactuación de algunos argumentos pero que eso no significa que no sean en parte ciertos. (...) La realidad es que los gobiernos de Argentina y de Uruguay no tienen los recursos para hacer el control que es necesario.” Dijo además que no es cierto que esté probado que la planta contamine. Reborati: "Del lado argentino no se ha transformado en una causa nacional. A la mayoría de los argentinos le importa un rábano. (...) La gente no sabe casi nada de medio ambiente y le importa poco. (...) Botnia se va a cuidar muchísimo de no contaminar, porque si quiere seguir haciendo inversiones en América Latina, tiene que tener esto como un caso testigo. (...) El tema del olor es menor, ni siquiera llegó a Gualeguaychú. (...) La tecnología que utiliza Botnia no produce dioxínas" Braier: "Es imposible ver Botnia desde Gualeguaychú aún subiéndose a un edificio, está a 30 km. (...) Todos jugamos en empeorar esto. (...) Es importantísimo el control conjunto y en cuanto haya un problema de afluentes, la fábrica tiene que parar." Confirmaron también que la famosa foto de la playa frente a la planta está trucada, que no hay ninguna playa frente a la planta y un montón de cosas mas que no recuerdo con presión que indicaban que la posición uruguaya es mas consistente y seria que la argentina. Repito: no creo que haya mas de dos o tres periodistas que se animen a plantear el tema así de crudo y objetivo como lo hicieron en ese programa. Un aporte enorme a la sensatez. Todo lo contrario a lo que hicieron y siguen haciendo los medios oficiales del grupo Clarín, Radio10 y compañía. Un capo el Gordo.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

La máxima calamariana ¿para qué decir la verdad si se puede decir algo mucho mejor? rige en la mente argenta. Harían falta cientos de "Gordos que fuman" para llegar a mover un pelito la aguja de la "verdad instituida". Y la culpa no la tienen los medios, sino los receptores de las noticias que prefieren comprar pescado podrido con tal de no digerir los datos más ciertos sobre su pobre condición.
Por ejemplo, obvio que cuatro cabezas en realidad son cuatro bolsillos, pero fijate que el "argentino" mas capo de todos los tiempos les salió un español: San Martín. O sea, con tal de que sea un winner, importa un carajo su nacionalidad. Lo mismo la birome: la inventó un húngaro que vivió aquí sólo unos años, aunque la idea ya la trajo con sigo y la patentó en USA porque acá tenía miedo que lo jodan!! Justo Lanata tiene todo un capítulo de uno de sus libros "Argentinos" dedicado a los truchos inventos locales.
Un yanqui llamado Nicolas Shumway tiene un libro llamado "La invención de la Argentina" en dónde toma este tópico como columna vertebral de la argentinidad.

Anónimo dijo...

¡Coincidimos!

Bugman dijo...

Lanata no es mi periodista preferido, pero le reconozco cierta honestidad intelectual. Algunas veces no estoy de acuerdo con él, algunas veces sí, pero siempre me produce algún respeto, que no es poco.
(Menos una vez hace años que se trató de parlar a mi novia conmigo presente, habráse visto).

Victor dijo...

Si, justamente ese dia de Botnia le pase por email el "¿para qué decir la verdad..." y lo leyo al aire.

Fabi: sospechaba que te gustaba el prog. Acerté!

Sir Bugman: Si, yo me refiero al Lanata "producto" y particularmente al programa de radio. Ya no intenta ser el Michael Moore argentino. Esta muy bien, honesto y dice cosas que era impensado escuchárselas hace 4 o 5 años. Yo no coincido muchísimas veces con su análisis y lo noto bastante ignorante en general, pero siempre con mucho interés y entusiasmo. (...parezco Rozitchner) Muy positivo.

Unknown dijo...

Estimado Victor

Muy interesante tu análisis. Lamentablemente no pude escuchar el programa, pero ya sabés que trato este tema en mi blog y que me interesa todo lo que surge sobre el mismo.

Es muy importante que la prensa grande intente investigar a fondo todas las ramificaciones de este tema, porque sinceramente creo que es importante para el futuro de Argentina también. Poder extraer todo el potencial productivo de los árboles, como desde hace cientos de años lo estamos haciendo con las vacas, es una tarea que no puede limitarse a Chile, Brasil y Uruguay, sino que Argentina tiene que estar dentro.

Y no hay que perder de vista que este es un problema de las dos orillas, pero de países, no sólo de regiones. Los habitantes de Gualeguaychú pueden tener todo el derecho a realizar un cierto modelo de desarrollo -aún cuando sea un secreto a voces que algunos de sus líderes tienen casas en Las Cañas y se las alquilan a directivos de Botnia- pero no pueden condicionar la política de desarrollo de un pais con el potencial de Argentina.

Lo que todos queremos, argentinos y uruguayos, uruguayos y argentinos, es que el desarrollo -industrial, turístico, de servicios, lo que sea- se haga en la forma más amigable con el ambiente. Pero que haya desarrollo, no inmovilismo. No el pretender retrotraernos a una situación bucólica que en realidad nunca existió. Es lo que nos demandan nuestros hijos, desarrollo inteligente, desarrollo responsable, mejor calidad de vida. Está en nosotros hacerlo colaborando, no compitiendo salvajemente, no mintiendo a sabiendas.

Atentos saludos.

Néstor